El fútbol no es mi única
pasión. Siento que todas
mis piezas encajan cuando
le sumo mis otras tres
devociones: rap, videoconsola
y gastronomía.

Aspectos que me ayudan a perfeccionar mi talento, a sacar al niño que llevo dentro, a conectar conmigo mismo.

Año 2015, Girona. Una tarde como otra cualquiera mirando mi muro de Facebook, me apareció un vídeo que me llamó la atención: “Arkano vs Dtoke, cuartos: final internacional 2015”. ¿Por qué no verlo?

Sin ser consciente, aquel vídeo supuso para mí el comienzo de un estilo de vida: agresividad, emoción, darlo todo para ganar, gente gritando, disfrutando de una pasión y todo dentro de un ambiente sano, de respeto, y con un toque de arte, de talento.

Después de 4 años, no solo conozco a muchísimos raperos, organizadores, competiciones, eventos y jueces, sino que también tengo la suerte de compartir momentos con ellos y poder presenciar eventos desde una visión privilegiada. El rap es algo que me identifica como jugador y que está muy relacionado con lo que yo siento dentro del terreno de juego. Un mundo que me ha embaucado y que hoy en día está presente en los momentos más importantes de mi vida, tanto a nivel personal como profesional.

Videojuegos

El fútbol y los videojuegos, concretamente el FIFA. Dos mundos fáciles de entrelazar para muchos y para mí, sin embargo, un sueño hecho realidad.

Desde niño imaginaba que podía llegar el día en el que yo fuese uno de los futbolistas que tanto me gustaba alinear en el equipo, pero esa ilusión se vuelve inexplicable cuando se convierte en realidad.

Con tan solo 6 años, cuando cogí por primera vez un mando de PlayStation y jugué al FIFA 98, no pensaba que tiempo después no iba a ser simplemente un mando, sino que estaría totalmente personalizado con mi nombre y mi número de jugador.

Han sido muchas las horas que he pasado delante de la pantalla, tiempo en el que he aprendido a conocer los que ahora son mis compañeros y rivales, a adentrarme en el mundo del fútbol que hoy es el motor de mi vida. Sin duda, sentarme en mi sillón gaming y ponerme a jugar online con los amigos es mi momento de diversión y relajación, el instante de despertar al niño que llevo dentro.

Todavía me emociono cuando me veo reflejado en el monitor, una sensación que solo se puede explicar cuando dos de tus aficiones se unen en el terreno de juego y tienen como protagonista el balón.

Pasión
por la comida...

Así entiendo yo la gastronomía.
Al igual que el fútbol,
la cocina es un arte.
Un arte que te permite
conocer nuevas culturas,
aprender de las tradiciones,
descubrir nuevos sabores,
disfrutar en compañía,
imaginar, crear.

Gracias a mis padres, que desde niño me han enseñado los secretos del maravilloso mundo culinario, hoy en día puedo disfrutar de la cocina y la gastronomía. Se ha convertido para mí en un momento especial en el que me permito ser original, probar cosas nuevas, inventar y después valorar el resultado de mi toque personal.

Y si hay algo que me emociona aún más es poder compartirlo con vosotros….

«La cocina de autor es poner
tu personalidad en lo que haces
y ese sentimiento lo convierte
en algo distinto»,
Ferrán Adrià.